En la montaña, donde el agua nace para la sed del resto del país, San Pablo nos acogió. solo allí, podía lograrse que al pie del río uno sienta el poder el de un mar que esta lejos y venga con tanta fuerza a reunir a diez municipios y acogerlos como lo hicieron los San Pableños. No solo con cariño si no con ganas de hacer del parque la sala, de la casa de cada uno de los jóvenes de la Escuela de Liderazgo como si fueran nuestras casas, como si vistáramos familiares de hace tiempo, como siestuviéramosunidos todo el tiempo.
Así, en esa casa nueva jóvenes de la zona norte de Nariño se encontraron, por fin para algunos que desde la cordillera nos siguen siempre, por fin para nosotros que tenemos también el corazón en el norte que respira por nosotros.
Gracias San Pablo por acogernos, gracias jóvenes del norte por demostrar que esa historia que les antecede, de lucha, de organización social, de levantamientos, de iniciativas de paz, de siembra y amistad perdura y continúa.
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