miércoles, 13 de octubre de 2010

LA DES - CONFIANZA QUE NOS UNE

Hablar de la construcción de una política pública de juventud es confrontar los modelos del ejercicio político y sus prácticas sociales. Los ritmos nos han acostumbrado a las urgencias, a las impaciencias y también nos ha dejado largas heridas que hoy son desconfianzas mutuas entre sociedad civil, organizaciones e instituciones.

Construir esta política pública no significa la garantía de un documento por la necesidad urgente del mismo, si no la construcción colectiva - esto con los colectivos que se sumen y se vayan sumando, incluso con los que se resten - de acciones que comprometan a todos los actores sociales alrededor de la juventud y la adolescencia y garanticen articulaciones en la agenda pública local, regional, departamental y nacional.

La gran lucha por construir lo del medio, es decir, lo que media entre uno y otro actor es la apuesta del proceso. Primero de los jóvenes con los mismos jóvenes, segundo de las instituciones con los jóvenes en el reto de reconocer el activo que representan las y los jóvenes del Departamento, tercero entre organizaciones y sociedad civil y cuarto, entre los niños, niñas, adultos y personas de la tercera edad con las y los jóvenes y adolescentes.

Así, hoy, leemos como positivos los mensajes que se dejan a una esquina de nuestro blog, en tanto permite también develar las incoformidades - reitero - históricas - sobre el no poder construir lo que hay en el medio de todos, que es después de todo el tejido social, las dinámicas cotidianas y las acciones políticas articuladas. Creemos normal las preocupaciones expresadas, creemos mas en las que se dejan leer con paz y no con violencia, pero también creemos en quienes se dejan ver desde la desesperanza, la crítica y la contradicción.

Ahora bien, es también justo darnos cuenta que tropezamos, que somos humanos y que estos humanos son los que construyen la política pública y que esta, por fortuna dejará mucho por construir y que tendrá vacíos que se llenarán desde la rebeldía y la confrontación. Es justo el darse cuenta que a veces, se cae en los afanes a los que nos acostumbran los ritmos institucionales de otros tiempos, donde el afán de mostrar era primordial frente a la necesidad de construir; en esa medida son vitales los jóvenes que exigen ver resultados, como si estos fueran la única prueba de fe de lo que está haciendo, los jóvenes que exigen participación sabiendo que es única arma vital y pacifica para el movimiento social.

Para hoy, los equipos de investigación, de comunicación, la mesa de jóvenes, el comité intersectorial de soporte a la política pública, las articulaciones con agencias de cooperación, la articulación con procesos nacionales, la construcción del documento de política pública con un enfoque participativo - esto no significa numérico, que es otro de las tristes herencias del sistema político - que permita no tener el documento si no poco a poco, con pausas, con bajones propios de todo proceso social, ir dejando ser a las y los jóvenes sin dejar de ser instituciones por que ese ser garantiza las responsabilidades, significan avances del proceso.

Contar por ejemplo con jóvenes haciendo seguimiento, sistematización y liderando el proceso investigativo de la política pública y que se perfilan como un colectivo por consolidar y que lidere procesos de investigación en juventud, es una ganancia; escuchar a jóvenes debatir, des- encontrarse en un espacio común (al que a veces tampoco llegan todos los que se necesita) y tomar decisiones frente a sus agendas, es una ganancia; encontrar un grupo de jóvenes que quieren asumir el reto de un proceso de comunicación local desde un enfoque distinto, no mediatizado y que tome temas de juventud, es una ganancia, ver a una administración pública apostándole a otras estrategias es una ganancia, saber que hoy tres municipios cuentan con proyectos aprobados por cabildos y que fueron pensados, escritos, y presentados por jóvenes es una ganancia, haber vivido diez escuelas alrededor de las realidades juveniles y que de ellas hoy en cada municipio hayan jóvenes inquietos por sus procesos, es una ganancia (algunos pedirán números, entonces estamos hablando de 500 jóvenes aproximadamente), encontrarse en Ricaurte con una niña indígena que camina tres horas para una reunión en su municipio, es una ganancia; saber que jóvenes en cada municipio están desarrollando un proceso de semilleros como réplica de las escuelas es una ganancia (donde se ha trabajado con 100 jóvenes por municipio), saber que se han estrellado, que les ha costado, que se han enfrentado a dificultades inexorables pero que siguen de pie, es una ganancia, en fin, sería mas sensato poder encontrarse con las y los jóvenes que heredan la desconfianza y ver si algo de fe se puede construir (por que la fe es también un constructo social).

No hay comentarios:

Publicar un comentario