miércoles, 10 de marzo de 2010

CONSTRUYENDO MEMORIA DE LIDERAZGO JUVENIL



por: Gustavo Montenegro Cardona. Facilitador.
comunicador Social - Fondo Mixto de Cultura de Nariño.


El encuentro con los jóvenes de Buesaco se sintió igual que un vaso de agua en medio de una sed que atormenta, tan revitalizante como pasear descalzo por la hierba de los días de verano cuando el pasto amanece bañado en rocío. Cruzar miradas con los más de cuarenta jóvenes que asistieron a la cita para dar inicio a la Escuela de Liderazgo Juvenil para la Transformación Social en el municipio de Buesaco, significó ver ojos inquietos, unos más que otros. Significó acercarse a la realidad particular de muchachos y muchachas que están dispuestos a apostarle a la vida desde otros juegos, desde otros cuentos, desde otras músicas, desde otros estilos, desde sus propias narraciones y visiones del mundo. Por eso empezar no fue tan difícil, porque además Johana y Gabriela, las dinamizadoras del municipio, en compañía de Eliana, la directora de la Oficina de Política Social de Buesaco, tenían todo listo. El lugar estaba preparado, el ambiente ya se había dispuesto para alojar con cariño a quienes de corazón están dispuestos a lograr que Nariño vaya adelante, pero con ellos, con los jóvenes que construyen vidas desde su mirada siempre alerta.

La tarde del viernes 5 de marzo nos recibió con el calor que evapora un olor propio de esta tierra que tiene ese color cobrizo que de manera particular a mí me habla de tierras antioqueñas y me traen la memoria de mi madre. Buesaco huele a café recién tostado y preparado en lo más íntimo de los hogares. Buesaco crece y en ese proceso sus jóvenes tienen mucho que decir, mucho que gritar, mucho que bailar, harto para cantar y danzar. Aplaudimos antes de iniciar y antes de terminar la ceremonia de graduación fue un pretexto motivador para reconocernos, poner reglas de juego y sentirnos más cercanos. Llegó el discurso inicial, pasó una dinámica, se refrescó la ansiedad con un buen refrigerio, se jugó, se pensó, se habló de experiencias de aprendizaje, se trazaron compromisos y la jornada se selló con una firma de corazón para que cada joven asistente a esta escuela estableciera su compromiso personal para con cada uno y este proceso que le apuesta a la construcción de la política pública de juventud en lo local y lo departamental desde el gran marco del proyecto “Adelante Nariño con los y las jóvenes adelante”.

Junto a Marcela Montenegro, facilitadora del tema de Comunicación por parte del Fondo Mixto de Cultura de Nariño (aliado de este proyecto) no veíamos la hora de iniciar la segunda jornada. Cerca de las nueve de la mañana comenzamos haciendo memoria de lo trabajado el día anterior, tuvimos la visita del programa Suyusama que también desea sumarse al proceso, comprendimos el contexto de la Escuela desde sus enfoques, estructuras y grandes metas. Así pudimos dar un paso adelante en el proceso de reconocimiento personal y colectivo desde la pregunta ¿quién eres tu? Y claro, ni ángel, ni demonio. Surgieron imágenes de valores que seguramente fundarán desde la raíz más profunda la esencia ética de esta Escuela. Fue necesario dibujar las fases de la escuela, sus momentos más significativos y la gran ruta que nos llevará por cada uno de los módulos y la construcción de la política pública de juventud.

Un sancocho, de esos que recuerdan la gastronomía de las abuelas, fue el plato para reposar al medio día que brilló por el sol del norte de Nariño. El calor aumentó y aumentó, y aumentó, la miel de panela, el hielo y el limón combinados en un vaso desechable fue la fórmula para calmar el agobio del calor. Luego jugamos un poco más para desde la misión del cartógrafo, desde los relatos comunes, y con el sentido que tiene para la escuela el aprendizaje desde la lectura de realidad entrar a la tarea siempre grata de la cartografía social. Cerca de dos horas de trabajo nos permitió comprender las relaciones entre las instituciones, las organizaciones, los procesos sociales y los escenarios del municipio con ojos de juventud. El cansancio llegó mucho tiempo después. La evaluación no dejó tiempo para el agotamiento, quién puede pensar en él cuando las imágenes de los muchachos y muchachas permiten leer entre líneas textos como: llegamos dispersos, nos vamos unidos; llegamos temerosos, nos vamos como equipo; llegamos contentos, nos vamos felices; llegamos vacíos, nos vamos llenos.

En el rostro sólo sonrisas, en el alma fluye la juventud. Gracias Buesaco.

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